El deporte a veces tiene sus tintes ridículos, y no estaría bien pasar de ellos. No pensaba hacer un post sobre lo sucedido en el partido Sunderland – Liverpool de hace unos días, pero como sigue soltando coletazos me parece interesante.
Como sabéis, y si no os lo cuento ahora, la jornada pasada en la Premier League tuvo un dato anecdótico, y es que en el partido que enfrentaba al Sunderland y al Liverpool, en campo del primero, un tipo lanzó una pelota de playa (de esas tipo Nivea de toda la vida) al terreno de juego, justo delante de Reina. El portero del Liverpool la dejó ahí, y luego llegó una jugada de ataque, el balón salió rebotado en la defensa de los Reds y llegó a los pies de un delantero del Suderland, que chutó… y el balón pegó en la pelota de playa.
Esto desconcertó a Pepe Reina que perdió de vista el balón que tenía que parar… y que acabó en el fondo de las mallas. Gol para el Sunderland, que a la postre sería definitivo (1-0 concluyó el encuentro), cuarta derrota para el Liverpool en 9 partidos, críticas hacia el colegiado, que dejó seguir el encuentro y permitió el gol y aquí paz y después gloria.
Menos para el árbitro, que por los perjuicios causados continuará arbitrando en la Segunda División Inglesa. Seguro que el árbitro está acordándose en estos momentos de la pelota, del Liverpool, del Suderland y del indeseable que la lanzó al campo.
Esta semana se enfrentan en Anfield Road el Liverpool y el Manchester United. Rafa Benítez, que últimamente está siendo cuestionado, no quiere que pase nada extraño, y el club ha prohibido la entrada de pelotas de playa al campo, no se vaya a convertir en un deporte nacional. Seguro que alguien consigue pasarla. ¿Se convertirá esto en una tradición?