Uno de los más grandes futbolistas que se han visto en la historia, pese a no haberse coronado campeón con su Selección Nacional, aunque ha sabido llevar gloria a todos los clubes que contrataron su magia y sus regates exquisitos, que se combinaban a la perfección con velocidad y precisión.
La historia futbolística de Hendrik Johannes Cruyff comienza en el Ajax de Ámsterdam, donde fue escogido entre 300 niños para formar parte de la cantera del club, luego de que su madre (quien trabajaba como personal de limpieza del club) logre convencer al entrenador.
Su complexión endeble llevó a Rinus Michels a desarrollarle un plan de ejercicios que le favorezca en su contextura física, demasiado endeble en aquel entonces, y que parecía no poder soportar los duros entrenamientos del fútbol profesional, donde debutó a los 17 años de edad ante el Vic Buckingham, marcando el único gol del encuentro.
Su debut en la Selección de Holanda también fue a corta edad, e inclusive marcó su primer gol ante Hungría, por la clasificación a la Eurocopa 1968, a la edad de 19 años:
Para aquel entonces, el Ajax de Rinus Michels era una verdadera máquina de ganar, con el tricampeonato Eridivisie 1966/67/68, la Copa de los países bajos 1967 y nuevamente el liderazgo total de Holanda con los torneos 1970/71/72 y 1973, sumado a las Copas 1970, 1971 y 1972.
Su inmortal dorsal número 14 fue estrenada el 30 de Octubre de 1970, en un encuentro ante el PSV Eindhoven, donde no pudo utilizar la camiseta número 9 (ocupada en ese encuentro por Gerrie Mühren) y optó por el número que por aquel entonces solo estaba reservado para los suplentes (recordamos que no había dorsales fijas ni camisetas personalizadas en aquella época) demostrando una total rebeldía hacia la prensa y los supersticiosos al adoptar de ahí en más ese número.
Otra muestra de su rebeldía fuera del campo de juego fue en el año 1973, cuando se estaba negociando su traspaso al Real Madrid, con una cifra récord, pero fue el mismo Johann Cruyff quien finalmente se decidió dejar su firma en uno de los contratos más caros de aquel entonces: El FC Barcelona pagó 60 millones de pesetas por su fichaje.
Con su llegada, se reformó completamente el juego del blaugrana, pasando de estar penúltimo en la clasificación de Liga a no perder ni un solo encuentro, coronándose Campeón de la Temporada 1973/74, donde se lució con 24 tantos (dos de ellos en su partido debut) y uno de los goles más recordados por la afición culé, el gol imposible convertido al Atlético de Madrid:
Llegó el momento del Mundial 1974, un punto máximo de la historia del fútbol con la filosofía de Futbol Total, y con sus socios perfectos Neeskens, Rensenbrink y Johnny Rep, desplegando un alto nivel y formando el considerado por muchos como Mejor Seleccionado de la Historia del Fútbol.
Muy recordada es la primer jugada de la final de la Copa del Mundo, donde el equipo neerlandés logró dar 16 pases correctos sin que la Selección de Alemania tenga posesión del balón, culminando con el penalti de Uli Hoeness sobre el mismísimo Johann Cruyff, cobrado unos segundos más tarde por Neeskens.
En el año 1974 le fue otorgado su tercer Balón de Oro (1971, 1973 y 1974) compartiendo esta cantidad de galardones con otros verdaderos astros del fútbol, Michel Platini y el artillero holandés Marco Van Basten.
En el Blaugrana no consiguió otros títulos de Liga más allá del conseguido en la Temporada 1973-74, aunque no por ello dejó de ser el ídolo de la afición, por su muy buen juego, por su olfato goleador y por haber sido quien demostró la realidad de una frase que hoy día sigue siendo muy rememorada: “El Barcelona es més que un club”
Su regreso al Ajax de Ámsterdam en el año 1982, a la edad de 34 años y luego de un paso por distintos equipos de la Liga Estadounidense de Fútbol, fue considerado por la prensa como el declive de su carrera, pensando que solo buscaba retirarse allí, pero Johann Cruyff demostró absolutamente lo contrario: No solo fue Bicampeón de la Eridivisie en 1982 y 1983, sino que también contribuyó a llevarse nuevamente la Copa de los Países Bajos, en el año 1983.
Fue allí donde inmortalizó el tiro de penalti que realizó junto a su compañero Jesper Olsen, el cual mejor que describirlo es verlo:
En esta última temporada en el Ajax, sufrió la pérdida de quien había sido para él su segundo padre, el cuidador de campo del club, cayendo en un bajo estado de ánimo, lo que llevó al presidente del club neerlandés a decidir no renovar su contrato.
Rebelde como de costumbre, Cruyff decidió rodar sus últimos balones en el campo de juego profesional en el Feyenoord, eterno rival del Ajax, donde a la edad de 37 años contribuyó para que el equipo se haga ganador de la Eridivisie y de la Copa de los Paises Bajos, además de ser elegido como el mejor jugador del torneo, alejándose de las canchas en la gloria absoluta.
Este ha sido un breve repaso por la carrera futbolística de Johann Cruyff, omitiendo muchos detalles que dan muchísimo para hablar, pero buscando recordar aquellos momentos que lo han consagrado como uno de los mejores jugadores de la historia del fútbol.