Seguramente muchos habrán oído la teoría del «Futbol Total» que ha desarrollado a la perfección el brillante seleccionador Rinus Michels, también entrenador del Ajax, durante el mítico Campeonato Mundial de 1974.
Este equipo fue bautizado erróneamente como «La Naranja Mecánica«, que muy poco de mecánico tenía, sino que fue más bien un fútbol dinámico, girando en torno a un futbolista que podía jugar en cualquier sector de la cancha.
Estamos hablando nada más y nada menos que de Hendrik Johannes Cruijff, más conocido como Johann Cruyff, excelente jugador del Ajax y padre de Jordi Cruyff, de una carrera más bien discreta.
La carrera de Johann es casi como un cuento de hadas, siendo uno de los 300 niños elegidos para formar parte del Ajax, entrenado por el mismísimo Rinus Michels e ingresando en el plantel profesional a la temprana edad de 17 años, donde debutó frente al GVAV Groningen y convirtió el único gol de su equipo.
El resto de su carrera en el Ajax es sabido por muchos: 6 Ligas, 4 Copas, 3 Copas de Europa, 1 Copa Intercontinental y 1 Supercopa de Europa.
El salto de calidad lo logró en el Barcelona, donde logró llevar al equipo del penúltimo lugar, hacia una enorme seguidilla de partidos sin derrotas que lo llevaron a la gloria absoluta.
Su hijo, Jordi Cruyff, no ha tenido la misma suerte ni la carrera ascendente de su padre, debutando en el Barcelona en el año 1994, con Johann en el banquillo.
A pesar de haber ganado una Liga y una Supercopa de España, las lesiones hicieron mella en su carrera, sobre todo cuando jugó en el Manchester United, tras haber roto su contrato con Barcelona en 1996 (luego de que despidieran a Johann)
Luego de pasar por el Celta de Vigo, Alavés, Espanyol y el Metalurg Donesk de Ucrania, Jordi decidió seguir su carrera en el Valetta FC de Malta, donde actualmente cumple el rol compartido de centrodelantero y asistente del entrenador Tom Caanen.
Un contraste entre padre e hijo, a pesar de tener varios puntos en común.