Con la llegada de un nuevo mundial, comienza la polémica que gira siempre cada cuatro años, en forma de una nueva pelota, con una nueva tecnología y mayores chances de anotar un gol.
En la historia, se han encontrado desde esferas de cuero rellenas de cabellos, crines y virutas, pasando por una vejiga de cerdo llena de plumas y vegetales, hasta la implementación de un balón de caucho, en el año 1870.
En 1931 las pelotas de tiento cosidas a mano dejaron de ser útiles y comenzaron a tener una válvula que se conectaba con la cámara de aire, logrando reducir su dureza (lo que hacía de los cabeceadores unos verdaderos valientes)
Sin hablar tanto de historia, en la última edición de un mundial se vio a la +Teamgeist (espíritu de equipo, en alemán) desarrollado por Adidas con la particularidad que el signo de adición tuvo que ser agregado porque el nombre ya estaba registrado por otra marca.
Este balón contaba con 14 piezas curvas, las cuales eran pegadas para evitar que ante una lluvia se modifique su comportamiento y le agregaban mayor estabilidad.
El balón del Mundial de Sudáfrica 2010, bautizado como Jabulani (celebrar, en idioma zulú) ya es el eje de muchas polémicas, ya que sus ocho paneles tridimensionales logran en vuelo un movimiento irregular, pudiendo cambiar de sentido en un zizagueo lateral y convirtiéndose en una dificultad para muchos porteros.
En cuanto a su diseño, cuenta con 11 colores que representan los 11 jugadores de cada equipo, los 11 idiomas de Sudáfrica y las 11 comunidades sudafricanas representadas en la ceremonia inaugural.
¿Era necesario cambiar el balón para que sea un Mundial con muchos goles? Falta poco tiempo para el evento más esperado del mundo del fútbol, y la polémica es cada vez más grande.