Todo el mundo conoce a Rafa Nadal, y también a Roger Federer. Todos hemos oído hablar de tensitas de gran nivel que ganan torneos a nivel mundial. Pero, ¿qué sería de ellos sin esa herramienta de la que nadie habla?: sus raquetas.
La raqueta ha sido siempre el hilo conductor de una película cuyos actores juegan un papel inalterable: ser el mejor.
Pero nada serían sin su gran compañera, amiga o quizá enemiga de esa otra gran desapercibida: la pelota.
Refrescaremos un poco la memoria: en sus orígenes, la bola de tenis era blanca, pero con el tiempo se decidió modificar su color, ya que la amarilla fluorescente resulta mucho más vistosa. No sólo para los jugadores, sino también para el árbitro, y los espectadores. No olvidemos que el tenis profesional, también es un negocio.
En cuanto a las raquetas, su evolución ha sido mucho mayor. No hablaré de sus colores, sino de los materiales que las han compuesto a lo largo de la historia:
La madera ha sido durante muchos años, la culpable de millones de boleas, reveses, y maravillosas dejadas, por ejemplo. No fue hasta el año 1965, cuando Lacoste incorporó algún nuevo material que no excluyó sin embargo a la madera. En 1974, Slazenger se lanzaba también al desafío de las entonces grandes novedades para el mundo del tenis, nuevas reliquias y abanicos de posibilidades para sus jugadores.
Cabe destacar que los grips fabricados en madera, utilizaban normalmente arce, cedro, abedul o tilo en su elaboración. Sin embargo, para el cuello y marco se recurría a la caoba, para posteriormente utilizar el nogal, e incluso el roble. Esto puede dar una idea de las diferencias que puede provocar un simple cambio de material.
Pero tuvimos que esperar a 1985, para que la madera dejase paso a materiales que iban a revolucionar el mercado, y la forma de jugar al tenis: la fibra de vidrio, el carbono y el grafito se presentaban como revolucionarios materiales, cuyas posibilidades en cuanto al golpeo de la pelota, se iban a multiplicar, especialmente en el efecto y fuerza sobre esta.
Algunas de las marcas más utilizadas hoy en día son Wilson, Babolat, o Prince, pero el mercado ofrece una gran cantidad de opciones, que combinan diferentes materiales ultraligeros. Sin embargo, cada persona sigue prefiriendo un tipo de raqueta, ya que incluso a estos objetos se les puede coger mucho cariño. Y mucho más, cuando la bola entra.
Si alguien no me cree, que pregunte a Federer cuánto quiere a su Wilson después de hacer lo que podéis ver a continuación:
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Seguiremos con más tenis.
Originally posted 2008-01-16 23:03:47.