El último día del mercado de fichajes acabó con otra contradicción del presidente del Real Madrid, Ramón Calderón, que a este paso va a mentir más que los políticos de turno.
“Ni se va a ir ni se va a venir nadie”, dijo Ramón Calderón apenas 24 horas antes de que Robinho hiciera las maletas para ir a la ciudad que vio nacer a los hermanos Gallagher. El astro brasileño jugará a partir de ahora en el Manchester City, en el que cobrará seis millones de euros en cinco temporadas. El Real Madrid se embolsará por esta acción 42 millones de euros.
Robinho así se queda agusto tras su pataleta que perduró todo el verano. Y es que las cosas como son, la forma de actuar de los futbolistas cuando no están cómodos en un equipo me parece lamentable. ¿No tienes un contrato que respetar? Meter tanta polémica con declaraciones como las de Robinho este verano no hacen si no manchar la respetabilidad del jugador, que ante todo debería ser un profesional. Aunque claro, debe ser tan difícil ser profesional cuando te llueven los millones…
El dueño del Chelsea se queda sin su antojo, y cuidado con el Manchester City que lo ha comprado un grupo de inversores de Abu Dhabi y puede poner esto como el Chelsea 2 si nos descuidamos. Qué lejos quedaron los sueldazos de estrella de los galácticos madrileños.
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