A tan sólo dos días del ansiado arranque de la Liga (ya queda menos), que abre con un espectacular derbi entre Real Madrid y Atlético de Madrid, nos ocupamos hoy de analizar las defensas de ambos conjuntos.
Por parte madridista, los presuntos titulares serán Sergio Ramos (si se recupera de la lesión que le apartó del choque entre Grecia y España), Pepe (también dudoso), Cannavaro y el canterano Miguel Torres.
Ramos, “el sospechoso habitual» de Camas, digno heredero de la escuela defensiva sevillana (Diego, Martagón, “Tiburón” Prieto, Pablito Alfaro y Javi Navarro que, juntos, han matado más gente que la viruela), es un jugador que debería salir del vestuario con una tarjeta amarilla, así, como medida preventiva pero claro, en el Madrid y llevando el número 4, es una entelequia (Fernando Hierro, uno de los mejores centrales españoles de los últimos 20 años, por otra parte, que también lució ese dorsal muchos años, gozó de la permisividad arbitral para repartir codazos y patadas durante buena parte de su carrera… la sombra del 4 en el Madrid es muy alargada…). Jocosidades aparte, ocupará el lateral derecho, posición que cubre con bastante solvencia, supliendo sus carencias con un derroche físico envidiable.
Pepe, ese central brasileño absolutamente desconocido hasta este verano (no aparecía ni en los videojuegos), se enfrenta a su segunda piedra de toque en el fútbol español (la primera fue la final de la Supercopa). Si llega a tiempo para el derbi, veremos si la nueva moneda del fútbol mundial (1 Pepe, 30 millones de euros) es más que una máquina de repartir patadas y escupitajos.
A su lado, en el centro de la zaga, Fabio Cannavaro, el actual FIFA World Player que, gracias a su “excelente” temporada pasada, a muchos nos hizo pensar que, quien en realidad vino al Madrid, fue su hermano Paolo, y no el capitán de la selección italiana que fue un muro infranqueable en el pasado Mundial de Alemania. Cannavaro, uno de los futbolistas que están consiguiendo que la juventud de Iker Casillas se pueble de canas prematuramente, acostumbra a ser uno de los mejores del equipo rival. Esperemos que el sábado mantenga la tónica.
En la banda izquierda, Miguel Torres, lateral derecho de la cantera madridista que, por circunstancias de la vida y escasez de zurdos, debe jugar a banda cambiada. Tendrá todo un papelón para frenar a los nuevos extremos rojiblancos.
En el banquillo, Míchel Salgado, jugador teóricamente transferible pero que, si Pepe no se recupera, es muy posible que sea titular, pasando Ramos (si también llega a tiempo) al centro de la zaga, una vez confirmado el traspaso de Cicinho a la Roma. Y, además, Metzelder, un gigante alemán del que, todo hay que decirlo, no sé absolutamente nada, aparte de que es muy alto, pues no le he visto jugar un solo minuto esta pretemporada.
Por parte rojiblanca, el lateral derecho será para Seitaridis, futbolista con unas inmensas cualidades pero que, sorprendentemente, apenas aprovecha. Cuando le apetece jugar, no hay rival que pueda pararle ni quien le pueda superar pero, como eso suele suceder unos 10 minutos cada 6 ó 7 partidos, no se puede decir que sea un lateral de garantías. Me conformo con que no se le vaya la cabeza y cometa uno de esos penaltis absurdos a los que nos tiene acostumbrados.
Los centrales, salvo sorpresas de última hora, serán Pablo y Perea, los mismos que hace un par de años fueron la envidia de toda Europa y que se transformaron, por obra y gracia de los extraños aires que soplan en la ribera del Manzanares, en una temblona e insegura línea la temporada pasada. Parece que este año han recuperado el buen nivel. Veremos si es verdad.
Y por la izquierda, y esto es más un deseo que una realidad, Antonio López, lateral correcto y cumplidor, sin alardes en ataque ni errores graves en defensa (bueno, lo de los errores, dejémoslo en que no son muy habituales, porque me acaban de venir a la memoria unos cuántos) pero, sin duda, mil veces mejor que Pernía, ese muchacho famélico que se arrastra por el campo pidiendo un bocadillo, con un parecido más que razonable con los presos de Europa del Este que le enviaron a Michael Caine en Evasión o victoria cuando los solicitó para jugar aquél mítico partido contra los alemanes.
En el banquillo colchonero, amén del citado Pernía (Dios, si consigues que Aguirre no ponga de titular al bueno de Marianín, prometo ser mejor persona, de verdad, te lo juro por Snoopy), “Leoncio” Eller, conato de central brasileño de 30 años que nos colocaron el año pasado en el mercado de invierno (lo de”Leoncio” no es porque se llame así, es por su parecido con el dibujo animado) y Zé Castro, jovencito portugués que, aunque tiene colocación y buenas maneras, es demasiado blando y lento para los delanteros de la Liga española.
En relación a la defensa, el choque parece igualado o, si me apuráis, diría que se inclina hacia el lado rojiblanco, cuya zaga es mejor o, matizo, menos mala.
Originally posted 2007-08-23 19:32:04.