Quién nos iba a decir hace tan solo unos meses que el Real Madrid estaría a cuatro puntos del FC Barcelona y que el partido del Santiago Bernabéu, a falta de cinco jornadas para que concluya el campeonato, iba a ser crucial para ambos conjuntos. Algunos se la pasan buscando viajes de aventuras, ir a ver este encuentro sería una aventura, sin duda, sino pueden verlo por internet.
El Real Madrid ha sido el único conjunto capaz de seguir la estela del FC Barcelona, un equipo que ha batido todos los registros de la Liga española, que parece hecho para ganar las tres competiciones (Liga, Champions League y Copa del Rey), que juega como los ángeles, que divierte, que emociona, que regala a todos el espectáculo del fútbol. Y el Real Madrid ha conseguido ponerse a cuatro puntos con garra, con un fútbol no vistoso pero eficaz, con un fútbol que es increíble que les haya llevado hasta donde están después de todo lo que han pasado este año.
Porque a principios de temporada perdieron a Ruud Van Nistelrooy para todo el año, además de echar a Bernd Schuster por la mala racha de resultados, propiciada en parte por no sé qué maldición que mantuvo la enfermería del Real Madrid llena durante toda la temporada, con la estrella del equipo Arjen Robben, jugando de maravilla un partido y lesionado para otros tres, con un presidente que tuvo que salir por la puerta de atrás tras el escándalo de la asamblea, con un presidente nuevo que es más bocazas que el anterior… Y aun con todo ello, el Real Madrid está luchando por la Liga. Y esto es una realidad.
Está claro que en cuestión de calidad y táctica, pasando por la técnica, el FC Barcelona vence al Real Madrid por goleada, pero, ¿acaso eso importa en un escenario como el que se nos viene encima? El Santiago Bernabéu abarrotado, a cinco jornadas para el final y la posiblidad de ponerse a un punto del eterno rival. Son 90 minutos de juego, lo justo para que pueda pasar cualquier cosa, para que los cracks de ambos equipos puedan decidir en cualquier jugada, para que Eto’o, Messi y Henry puedan rematar los pases de Xavi e Iniesta, pero también para que el que nunca hace nada, alias Raúl, pueda desviar un tiro lejano, o para que Gonzalo Higuaín pueda seguir demostrando lo buen delantero que es.
En definitiva, un partido que nadie en este mundo se puede perder, os guste el fútbol o no, porque el FC Barcelona busca venganza, por ese pasillo que hizo a los blancos el año pasado.
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