Corría el año 2000 cuando España llegaba a la final de la Copa Davis por tercera vez en su historia. Se enfrentaba, como las otras dos veces, a Australia, aunque esta vez en territorio español, en el Palau Sant Jordi. Allí, Albert Costa perdió el primer punto, pero un chaval de 20 años empató la eliminatoria, y más tarde la sentenciaría ante uno de los mejores jugadores del mundo. Era Juan Carlos Ferrero.
Desde entonces surgió su meteórica carrerea que le llevó a ganar un gran número de torneos del circuito ATP donde destacaron el de Roma, el de Barcelona, Monte Carlo, llegando a disputar la final de la Copa Masters de Shangai, donde perdió ante Lleyton Hewitt.
En el 2003 puso el techo de su carrera al convertirse en número 1, ganando de nuevo en Monte Carlo, y llegando a la final del US Open derrotando en el camino a Andre Agassi y Lleyton Hewitt. Pero más tarde de ese año las lesiones empezaron a hacerle efecto, cayendo al año siguiente fuera del Top 30.
A partir de ahí, Juan Carlos Ferrero protagonizó grandes partidos, aunque su posición en el ránking se vio muy mermada, y tuvo que acudir a torneos como el Masters Series de Madrid, que fue el primero en ganar, por invitación.
Pero cuando parecía que el Onteniente estaba acabado y no podía dar más, recibió la llamada de la selección española para la Copa Davis, de quien fue protagonista en el año 2000, cuando venció sus dos partidos y dio el triunfo a España frente a Australia ante Lleyton Hewitt. Aquella vez Juan Carlos Ferrero fue el héroe.
En la primera jornada de los cuartos de final ante Alemania, Fernando Verdasco consiguió lo que se espera de él y venció a su rival Andreas Beck, pero luego Tommy Robredo perdería ante Philipp Kohlschreiber. En los dobles, el punto que según los entendidos gana la eliminatoria de la Copa Davis, se lo llevó España y todo parecía visto para sentencia, ya que Fernando Verdasco pondría seguramente el punto 3-1 en la eliminatoria.
Pero no fue así y Verdasco cayó. El capitán español se acordó entonces del grandísimo Juan Carlos Ferrero, que había demostrado en este 2009 que podía volver a codearse con los mejores y que tiene experiencia para dar y tomar. Y le llamó, en detrimento de Tommy Robredo, quien tuvo que ver el partido desde el banquillo.
El valenciano no defraudó. Ganó el partido en tres sets (un triple 6-4) y permitió que España pueda seguir soñando con conseguir dos ensaladeras consecutivas por primera vez en su historia, la que sería la cuarta en 10 años, todo un dominio.
En semifinales nos toca enfrentarnos a Israel, mientras que la otra semifinal enfrentará a la República Checa y a Croacia, que derrotaron a Argentina y Estados Unidos. La única selección favorita de cuartos de final que alcanzaron las semifinales fue España.
Originally posted 2009-07-14 08:23:53.