El liderazgo absoluto de algunos equipos lleva a que las ligas “finalicen” antes de tiempo, y en esta ocasión, se ha terminado el reinado de un conjunto que con otro entrenador llegó a la cima de Europa, dando lugar al más regular de la temporada, el rossonero.
Siete años habían pasado desde la última ocasión en la que el AC Milan sumó una presea más a su palmarés, y es así que los festejos en el Estadio Olímpico de Roma no se hicieron esperar, faltando dos jornadas para completar el calendario de la Serie A, y sumando un nuevo Scudetto a su institución.
El encuentro decisivo se vivió sin pena ni gloria, un empate en cero ante la AS Roma, donde el local se lució de sobremanera en la primera parte del encuentro, forzando al portero Abbiati a doblegar sus esfuerzos por mantener la valla invicta.
El complemento tuvo ciertos toques de protagonismo por parte del AC Milan, que tuvo en la experiencia de Clarence Seedorf y la potencia de Kevin Prince Boateng el volumen de juego que abasteció a un Zlatan Ibrahimovic que no estuvo tan afilado con las definiciones, y no pudo batir la potería romana.
Siete años habían pasado desde una hazaña similar, y la parte rossonera de Milan festeja ante su eterno rival…
