A un día del derbi entre los equipos madrileños, llega el análisis de los centrocampistas, la teórica línea de creación. Ojo, teórica.
En el Real Madrid, se perfilan como titulares, Diarra y Guti en el centro, con Robinho escorado a la izquierda y Sneijder a la derecha.
Guti, rebautizado para esta temporada como Guti Haz (a mí me gustaba mucho más el Gutihache de pasadas campañas) que, supongo, será consecuencia de haber escuchado durante toda su carrera eso de “Guti, haz algo, coño”, intentará manejar al equipo blanco o, mejor dicho, intentará que Diarra no le estorbe en exceso. Eso sí, siempre que el rubio, “la eterna promesa” según su presidente (30 palos que contemplan ya a la eterna promesa), decida que el sábado le apetece jugar. Futbolista genial e intermitente (será que va unido), esperemos que mañana se encuentre en “uno de esos días” y no juegue un carajo.
Diarra estará a su lado, lo que siempre es una garantía para el equipo rival. Después de jugar todo un año en España, aún no he conseguido saber qué aporta al mundo del fútbol. Como suele suceder, el sábado hará el partido de su vida, meterá tres goles y me tapará la boca para siempre jamás. Entre nosotros, yo también lo dudo.
Sneijder jugará ligeramente escorado a la izquierda, no es su posición pero, bueno, como Raúl tiene que jugar sí o sí (el único que ha tenido las santas narices de no ponerle ha sido Luis Aragonés), es lo que hay. No le he visto mucho, pero por lo poquito que le he visto, parece ser un jugador con bastante futuro, calidad y buen disparo de lejos.
Robinho que, tras su lejano debut en el fútbol español en el campo del Cádiz (20 minutitos, oiga), llenó de titulares los periódicos deportivos diciendo que era el único futbolista que recordaba a Pelé (yo aún le busco el parecido), sigue siendo como el cuento de Pedro y el lobo… amaga, amaga y amaga pero, al final, nada de nada. Gracias a eso, se ha ganado motes como Pestinho o el Triatleta (corre, hace bicicletas y, al final, nada).
En el banquillo, sólo Gago (que tiene mucha mili todavía por hacer) como centrocampista puro ya que, como era de esperar, Robben no va ni siquiera convocado (no tiene ritmo, ni físico ni competitivo), al igual que Heinze, con lo que Drenthe pasará al lateral izquierdo (no olvidemos que es extremo), porque Miguel Torres se ha caído de la convocatoria por lesión, y Balboa no va por decisión técnica.
Por parte del Atlético de Madrid, la línea medular será la formada por Maniche y Raúl García, con Reyes por la izquierda y Maxi Rodríguez por la derecha.
Maniche, ese extraño elemento que pululó durante toda la temporada anterior por el centro del campo del Atleti, apunta mejores maneras este año. Jugador que no tiene ningún tipo de orden, suele correr como pollo sin cabeza, con un magnífico disparo lejano (o eso dicen, porque, salvo en los videojuegos, no le he visto que los mande dentro de los tres palos), curiosamente es, en ese caos, donde explota todas sus virtudes. Dado que Luccin está sancionado y Jurado no puede jugar por una cláusula en su contrato que le impide jugar en el Bernabeu, parece que Aguirre no tiene otra alternativa.
Raúl García, centrocampista con mucha llegada y buen manejo de balón, será la pareja del portugués en el centro del campo. Por lo poco que le he visto en el Atleti (siempre hay que andarse con ojo, ya no me fío de los tipos que jugaban bien en sus equipos, yo los quiero ver en el Atleti), parece que, por fin, el centro del campo colchonero cuenta con un futbolista capaz de tocar la pelota con cierto criterio. Veremos qué tal aguanta la presión.
Reyes que, hace unos meses le dio ese ansiado título al Madrid, jugará su primer partido de liga como rojiblanco en el mismo campo en el que terminó la temporada pasada, solo que con otra camiseta. Es muy irregular y, como se suele decir, bastante minga fría, parece que los partidos no van con él. Sin embargo, tiene una calidad fuera de toda duda y, además, conoce a la perfección al equipo blanco. ¿Será capaz de transformar toda la tensión que tendrá que soportar en buen fútbol?
Y por la derecha, Maxi, el único que, junto con Torres, ha hecho posible que el Atleti se mantuviera en Primera División estos últimos años. El argentino es corazón y calidad. La temporada pasada estuvo prácticamente en blanco por culpa de una lesión en un absurdo bolo internacional y, con él en el campo, las cosas hubieran sido muy diferentes. Imprescindible en el Atlético de Madrid, aporta movilidad, gol y visión de juego.
En el banquillo colchonero, Simao. El portugués, que pasó sin pena ni gloria por el Barcelona hace unos años, llega como un futbolista maduro que ha ganado el premio a Mejor Futbolista de Portugal en los últimos dos años (tampoco es decir mucho). Ésa es la teoría, claro. Como siempre, habrá que verle. Concedámosle el beneficio de la duda.
Terminado este análisis, parece que en el centro del campo, también tiene una aparente superioridad el Atlético. O, al menos, presenta un dibujo mucho más lógico y ordenado. Sin embargo, sólo estamos gastando saliva. La realidad llegará mañana.
Originally posted 2007-08-24 18:06:07.