Todo Mundial tiene sorpresas, y en el caso de Sudáfrica 2010 la gran revelación ha sido la selección de Ghana, que llegó hasta Octavos de Final demostrando un buen nivel de juego a nivel colectivo e individual, pero que se enfrentó a un equipo sólido, fortalecido por las duras eliminatorias que lo llevaron a jugar una repesca y que se unió hasta llegar a una instancia que hacía 40 años no llegaba.
El seleccionado de Uruguay está repitiendo la hazaña lograda en el Mundial 1970, y ya comienza a ilusionarse con quedar junto a la misma eternidad que coronó a Obdulio Varela.
En este duelo de Cuartos de Final, la selección celeste debió enfrentarse al conjunto revelación, que con un chutazo certero de Sulley Muntari (jugador del Inter FC) tuvo una ventaja parcial al finalizar el Primer Tiempo.
Pero la garra charrúa pudo más, y la Selección Uruguaya salió a jugar un Segundo Tiempo con ansias de gloria, y fue así que a los 55′ de juego un certero remate de Diego Forlán (el mismo que le dio la Europa League al Atlético de Madrid) dio el empate definitivo al encuentro, llevándolo a una prórroga.
Los intentos de un lado y otro se perdían pasando cerca de los arcos, y en el último minuto del alargue una mala salida del arquero uruguayo Fernando Muslera obligó a su goleador, Luis Suarez, a ponerse en el rol de arquero y rechazar un remate con sus manos, ganándose la expulsión y generando un penal que terminó estrellado contra el poste.
Llegó el turno de la ejecución desde los doce pasos para elegir al ganador y al semifinalista que debía enfrentar a Holanda, y fue allí cuando llegó Sebastián «El Loco» Abreu, que desafiando a los nervios y a la ansiedad, definió el último penal con una vaselina que le abrió paso a la eternidad y a la Semifinal de Sudáfrica 2010.
