Ayer se anunció que el ganador del Premio Príncipe de Asturias de Deportes iba a ser Michael Schumacher, el heptacampeón de Fórmula 1 y, probablemente, el mejor piloto de la historia. O, al menos, eso dice su palmarés.
Justo reconocimiento a toda una trayectoria sin duda aunque, bien es cierto que estos premios están bastante devaluados ya que se conceden con una arbitrariedad pasmosa. Un año reconocen las trayectorias, como éste, otro se fijan en la inmediatez (el año pasado, a la Selección Española de Baloncesto) y, al siguiente el premio es absurdo (un año premiaron al Tour de Francia, así, a bulto).
¿Cómo se explica que hace dos años le entregaran el mismo galardón a Fernando Alonso (un título) en vez de habérselo concedido a Michael Schumacher (los mismos siete títulos de ahora) en el año de su retirada?
Supongo que la Fundación considera que a Michael se lo debía pero, no soy un experto en la concesión de premios (y espero no serlo jamás), una deuda, por muy justa que sea (y ésta, sin duda, lo es), no debería ser el motivo por el que se conceda un premio.
Otra muestra más de surrealismo lo encontramos en una de las candidaturas que también optaban al premio, una conjunta Nadal-Federer. ¿Qué sentido tiene conceder un premio a dos personas a la vez? O se lo damos a Nadal, o se lo damos a Federer pero, ¿a los dos juntos? Absurdo.
De todos modos, premios devaluados, politizados y endeudados aparte, justo es reconocer que, si alguien merece este galardón, al menos por trayectoria, es Michael Schumacher. Enhorabuena, Schumi.
Originally posted 2007-09-06 12:12:12.