A juzgar por el resultado, se podría pensar que este partido no fue tan contundente como se afirma, pero lo que se vio en el campo de juego marcó un clarísimo dominio del conjunto merengue por sobre un rossonero que no pudo contener tanto atacante junto.
Para comenzar, cabe destacar que Cristiano Ronaldo mejoró muchísimo su nivel, ya sin intentar tanto ser la referencia en el ataque sino ser la creación del juego que debe abastecer a la punta de la lanza que ataca las redes, Gonzalo Higuain, quien si bien no tuvo una buena tarde (algunos remates poco claros, alejados bastante de la red) sigue siendo peligroso cuando se desmarca y aparece solo frente al portero.
La velocidad de Ángel Di María por el flanco derecho se complementaba con el portugués intercambiando posiciones por momentos, y generando peligrosidad en ambos lados que pudieron haber hecho de este encuentro una verdadera goleada.
Los goles se hicieron presentes como una estocada mortal al AC Milan, a los 13 minutos de juego, cuando Cristiano Ronaldo se cobró una falta de la mejor manera posible y como él sabe hacerlo, y fue, como una ráfaga, cuando Mesut Özil remató al arco, el balón se desvió y cerró tempranamente el encuentro.
Párrafo aparte para la hostilidad con Robinho, que se fue silbado e insultado del Santiago Bernabéu, recordándole su poco afortunado paso por el Real Madrid.
Con este resultado, los merengues lideran el grupo G de la UEFA Champions League con un resultado impecable, demostrando por qué son candidatos a ganar el título.
