Finalmente se ha dado a conocer el galardón más esperado, el premio al Mejor Futbolista del Año más allá de su rendimiento en Sudáfrica 2010 (recordamos que allí el destacado fue Diego Forlán) que en esta edición ha unificado los premios FIFA World Player y el tan codiciado Balón de Oro en una sola entrega.
Tal como se nota en el título y la fotografía del presente artículo, el elegido entre la lista de los candidatos ha sido nada más y nada menos que Lionel Messi, el joven argentino que se encuentra en plena carrera ascendente y que ha echado por tierra lo que ha sucedido en las últimas ediciones: Esta vez, el ganador no fue campeón con su Selección.
Los otros dos finalistas son compañeros de “la pulga” en el FC Barcelona, y todos han surgido de la cantera más cotizada del mundo, La Masía, evidenciando de que un producto bien elaborado tarde o temprano da sus frutos, y justamente los títulos que los tres han conseguido dan una clara evidencia de ello.
En cuanto a Xavi Hernández, muchos lo veían como un posible ganador por sus aptitudes futbolísticas, la capacidad de “leer” cada jugada como si fuera una obra suya, estar presente en el momento exacto y brindar asistencias o rematar al arco cuando la recepción del balón le hace posible enmarañar una nueva chance de gol, siendo considerado como el cerebro del conjunto blaugrana.
Por otro lado estaba quien era considerado por muchos como el ganador del Balón de Oro (¿Será en el año próximo?) el inigualable Andrés Iniesta, que quedó relegado pese a haber sido no solo, al igual que Xavi, ganador del Mundial Sudáfrica 2010, sino también el que convirtió ese inolvidable gol en la final ante Holanda.
A esto se le suman sus acciones en el conjunto blaugrana que si bien para muchos medios del mundo pasan desapercibidas, siempre está en el momento exacto, atento al espacio vacío, mostrándose como un pase seguro, y colocando la pelota en los pies y en la cabeza de sus compañeros con la precisión de un verdadero experto, algo que se ve en muy pocos futbolistas del mundo.
Quizá lo que más ha pesado para la elección de Lionel Messi es lo que logra en el FC Barcelona, donde le brinda la explosión final a cada jugada, golea y hace golear, y es en muchas ocasiones el jugador determinante que marca el antes y el después en cada partido, donde aprendió inclusive en los últimos años a “descansar” en los partidos, ubicándose como una opción de pase y no tanto como el joven que oficiaba de delantero y que se destacaba por su resistencia y su velocidad (en complemento de una gran habilidad)
Un Messi más maduro y calculador, que se sabe ubicar para que, justamente sus compañeros en la nominación, lo asistan y le dejen en sus pies, y en su cabeza, marcar los goles que llevan al blaugrana a la gloria, aunque también es capaz de brindar maravillas como este gol, que casualmente fue nominado al Premio Puskas al Mejor Gol 2010:
Repitió la hazaña de la última edición, cuando fue elegido por encima del gran candidato Cristiano Ronaldo, y todavía tiene una cuenta pendiente en su país, que seguramente empezará a saldar este año, con la Copa América 2011.