Cuando hablamos de Earvin "Magic" Johnson es imposible no relacionarlo con la palabra espectáculo. Si ahora nos deleitamos con las asistencias que Steve Nash o Jason Kidd nos ofrecen, no está de más recordar al maestro del "Showtime" de Los Angeles Lakers. Hay mucha gente que le considera mejor que Su Majestad Michael Jordan.
Magic Johnson comenzó su vida al más puro estilo Oliver Atton, aunque su deporte fue el baloncesto. Y no tardó en demostrar al mundo (mejor dicho, a su instituto) que era un fuera de serie como el mencionado futbolista animado. Magic Johnson, que por entonces aún era Earvin Johnson, anotó 36 puntos, 16 rebotes y 16 asistencias con 15 años en un partido de instituto. Además, su historia en el instituto tuvo un aliciente cinematográfico: la pérdida de un compañero en un accidente de coche. Todo el equipo se unió para dedicarle el triunfo.
Durante sus años en la Universidad Estatal de Michigan se dio a conocer al mundo (mejor dicho, a Estados Unidos). En la Universidad permanecería dos temporadas, en una de las cuales fue nombrado novato del Año y al año siguiente llegaría a las Finales de la NCAA, donde se enfrentó al equipo de otro grandioso jugador de baloncesto: Larry Bird, que sería su gran rival a nivel profesional en la NBA. Esta gran rivalidad entre dos portentos del baloncesto hizo que aquellas Finales de la NCAA fueran las más vistas de la historia.
Al año siguiente entraría en el Draft de la NBA, siendo seleccionado como número 1 por Los Angeles Lakers. En ese equipo nacería el concepto de "Showtime". Magic Johnson está considerado como el gran jugador de los 80, igual que Bob Cousy lo fue en los 50, Oscar Robertson en los 60 y Julius Erving en los 70. Una de las más grandes anécdotas de Magic Johnson era el hecho de ser base con sus 2.03 metros de altura, algo inaudito en la NBA hasta entonces.
Su primera temporada en la NBA le valió para entrar como titular en el AllStar Game, aunque no pudo hacerse con el trofeo al rookie del Año, galardón que se llevó su máximo rival Larry Bird (a pesar de que Bird fue seleccionado en el draft un año antes, cuando su edad se lo permitía, no jugó hasta la siguiente temporada).
Y, otra vez más, la vida de Magic Johnson tuvo tintes cinematográficos en las Finales de la NBA donde se encontraron con los Sixers de Julius Erving. Con 3-2 en el casillero para los Lakers, el gran Kareem Abdul Jabbar, máximo anotador de la historia de la Liga, caía lesionado, y todo apuntaba a que los Sixers le darían la vuelta a las Finales. Sin embargo, el entrenador de los Lakers, en un movimiento que nadie esperaba, puso a Magic Johnson como pívot y este respondió con 42 puntos, 15 rebotes y 7 asistencias, dando la victoria a los Lakers por 122-107, ganando el premio al MVP de las Finales y consiguiendo el que sería el primer triunfo de los cinco que conseguiría en la NBA.
Magic Johnson fue el pionero de los bases de hoy día, esas jugadas espectaculares de pasar mirando hacia el lado opuesto o los alley oops desde la mitad de la cancha. Tal era su dominación en los pases que le servía para anotar cuando la defensa se centraba en él. Nunca sabías por donde te iba a salir. Y eso lo supo rápidamente el jefe de los Lakers, que le ofreció un contrato de 25 millones de dólares por… ¡25 años jugando para ellos!
Pero no todo fue felicidad en los primeros años de Magic Johnson, pues tuvo que ver cómo el público le abucheaba al provocar la salida del entrenador de los Lakers. Sin embargo, logró su aprobación al liderar de forma magistral equipo, promediando cerca de un triple doble toda la temporada, ganar las Finales de la NBA de nuevo ante los Sixers y ser nombrado de nuevo MVP de las Finales. El entrenador por aquel entonces era ya el famoso Pat Riley.
"Entrenaba todo el día", dijo Johnson refiriéndose a su infancia. "Llevaba la pelota hasta las tiendas con la derecha y volvía a casa con la izquierda. Entonces dormía con mi bola abrazada".
Continuará…
Originally posted 2009-03-09 13:49:58.