No voy a ponerme en plan forofo porque los chicos de la selección nos han regalado días inolvidables desde que esta generación de jugadores entró con fuerza en el panorama internacional. Pero el Eurobasket no tiene buena pinta, y España se juega el pase a la siguiente ronda contra Lituania mañana día 15.
Hace un año España ilusionó al mundo entero cuando, en el mejor partido de baloncesto que uno puede recordar, puso contra las cuerdas a Estados Unidos. Este año repiten casi todos los que protagonizaron aquel hito, y la historia es completamente distinta. De cuatro partidos, hemos perdido dos, y lo que es peor, parece que no sabemos a qué jugamos.
Podemos excusarnos en la sensible baja de José Calderón, pero lo cierto es que, para mí, el problema está en los despachos. Todo comenzó en el año 2008 cuando se decidió prescindir de Pepu Hernández para dar paso a Aíto García Reneses, que hizo un sobresaliente trabajo, pero aviso que al termino de los Juegos Olímpicos no seguiría como seleccionador. La solución fue llamar a Sergio Scariolo, y el italiano no ha cuajado bien en el seno del equipo y España marcha como perro sin cabeza por las canchas, sobreviviendo gracias al acierto de buenas rachas aisladas que nos mantienen a flote.
Dicen que el sufrimiento también merece la pena y que es bueno, pero yo echo de menos a la España de la alegría y del HarleemGlobeTrotterismo, la España que vapuleaba y dominaba. En muchos lugares se pide la cabeza de jugadores de la talla de Ricky Rubio, un chaval de 18 años que lleva el peso de ser el director de orquesta de la selección y se le acusa de cometer errores infantiles. Tiene 18 años, gente. Está claro que Ricky Rubio tiene que mejorar, pero hoy por hoy, a falta de Calderón, es el mejor base de España.
Mañana, España tiene una cita con la responsabilidad.
Originally posted 2009-09-14 01:21:28.