El partido de ayer en el Santiago Bernabéu, que tuve la oportunidad de presenciar en vivo, se podría resumir en una frase: ¿por qué no salió antes Silva? España ganó 1-0 pero el respetable, animado por la victoria, no vio colmadas sus ansías del espectáculo que nos brinda normalmente la selección.
El ambiente estaba a rebosar, no cabía ni un alfiler (menos en un par de asientos que alguien tuvo que abandonar por darle demasiado al alcohol antes del partido). Todo estaba preparado para la gran fiesta de la selección española de fútbol, que con una victoria tendría un pie metido ya en el Mundial 2010 de Sudáfrica. Pero el partido comenzó lento para los españoles… y lo peor es que siguió así hasta el final del encuentro.
De hecho, la primera ocasión del encuentro fue para los turcos, pero el balón salió rozando el palo derecho de la portería de Iker Casillas, que ayer se convirtió en el tercer jugador que más veces ha vestido la camiseta de España, por detrás del anticipadamente jubilado Raúl y el bueno de Zubizarreta.
En el minuto 60 de la segunda parte, Xavi lanzó una falta provocada por Fernando Torres en una de sus pocas buenas actuaciones del partido (muchos balones no controlados, se enredó en otro par de ocasiones…). El remate lo cabeceó Sergio Ramos, que debería plantearse el hacerse delantero centro porque arriba toca todos los balones, y Piqué empujó el balón al fondo de las redes. Ya no hubo más Turquía en el partido, aunque la selección tampoco acabo de maravillar. Mata salió del banquillo por Villa, y Silva salió por Cazorla. La entrada en el campo de Silva fue de lo mejor del partido porque imprimió ritmo y protagonizó dos o tres jugadas por la banda que animaron al público. Sergio Ramos estuvo a punto de lograr un golazo de chilena, aunque el balón se fue por la línea de fondo. Al final, Llorente salió por el delantero del Liverpool Fernando Torres (que ha tenido días mejores) y el partido terminó con 1-0 en el marcador.
La selección tiene casi hechos los deberes para el Mundial de Sudáfrica.
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