Pelé, Maradona o Di Stéfano. Siempre existirá las eternas dudas y controversias sobre cuál de ellos fue el mejor jugador de la historia del fútbol. Pelé fue un mago del balón, un hombre capaz de las más increíbles genialidades y con una capacidad para el regate y la imaginación fuera de lo común. Maradona… fue un ídolo. Un nombre capaz de mover y levantar a todo un país, y hay que reconocerlo, capaz de hacer a una selección campeona del Mundo. De di Stéfano todo el mundo dice que ha sido el jugador más completo que ha existido, pero no le acompañaron los resultados a nivel de selección. Y quizás por eso, siempre quedará como el tercero en discordia.
Alfredo di Stéfano lo tenía todo: era goleador, organizaba, mandaba, y, cuando hacía falta, defendía como el primero. Características todas que demostró desde el primer club en el que debutó, River Plate, en el año 1943 frente a San Lorenzo de Almagro con tan sólo 17 años.
Nacido en Buenos Aires, el 4 de julio de 1.926, Alfredo di Stéfano Laulhe llegó a jugar en la selección argentina y aunque tan sólo llegara a disputar 6 partidos, marcando 6 goles, llegó a proclamarse Campeón de Sudamérica en el año 1947. Hasta ese momento, ya había sido dos veces campeón de Argentina y tres veces subcampeón con River.
Pero fue 1948 el año que marcó su destino como madridista. En aquel año terminó fichando por Millonarios de Bogotá, un equipo colombiano que se dedicó a fichar a grandes jugadores argentinos. Su fama los llevó a ser conocidos como «el ballet azul» y sus éxitos trascendieron a Europa. Así, en 1952, Millonarios de Bogotá fue invitado a jugar el partido del cincuentenario contra el Real Madrid… y en aquel partido, Alfredo di Stéfano se ganó al público de Chamartín.
Di Stefano y Puskas
Sin embargo, su fichaje se convirtió en motivo de una pelea entre los dos grandes de España, Real Madrid y Barcelona que dijeron tener firmados sendos contratos con el argentino. Fue tal la importancia que se le dio al hecho, que incluso la política nacional hubo de intervenir, y hubo quien dijo que el Real Madrid se vio favorecido por el centralismo del Gobierno. La solución salomónica que se tomó fue que jugara cada temporada en un equipo, pero el Barcelona se negó, con lo que finalmente, acabó jugando en el Madrid.
El 23 de septiembre de 1953 debutó el más grande jugador que ha tenido el Real madrid en sus filas. 8 ligas, 1 copa de España, 5 copas de Europa, 1 copa Intercontinental, 5 veces Pichichi, 2 Balones de oro…. 11 temporadas en el club blanco en los que abanderó al mejor equipo de la historia del fútbol: aquel Real Madrid de finales de los años 50.
En mayo de 1964 jugó su último partido como madridista en el Prater de Viena, en una nueva final de Copa de Europa que, esta vez, perdieron frente al Inter por 2-1. Su última temporada en activo la acabaría jugando en el R.C.D. Español.
Para el recuerdo quedan las jugadas de este mítico jugador al que todos hemos conocido como «La Saeta Rubia«.
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