No ha habido que esperar mucho para obtener la primera medalla de los Juegos Olímpicos de Pekín 2008. Samuel Sánchez ha logrado el oro en la prueba de fondo del ciclismo en ruta.
La expedición ciclista española contaba con muchas posibildades de hacerse con una medalla en la prueba de fondo. Contábamos con el ganador del Tour, con el ganador del Giro (y el Tour), con el triple campeón del mundo, con un experto en carreras de un día y con un cazaetapas como Samuel Sánchez, un corredor en clara progresión desde hace unos años.
La principal baza para el sprint, Óscar Freire, tuvo que retirarse pasada la mitad de la carrera por problemas estomacales. Aunque la llegada no fuera idónea para él, siempre es bueno tener al triple campeón del mundo y al reciente ganador de la regularidad del Tour de Francia en plenas condiciones, pero aun nos quedaba a Alejandro Valverde que era el principal favorito para hacerse con la victoria. Él y Paolo Bettini, quienes no pararon de controlarse el uno al otro.
En la antepenúltima vuelta el pelotón neutralizó a un numeroso grupo de escapados que llegaron a tener cinco minutos de ventaja sobre ellos. En él sólo figuraba Alejandro Valverde. Tras la neutralización, el comando español tiró de un pelotón reducido y estirado, hasta que Alberto Contador dijo que no podía más y se quedó atrás. Luego volvió para volver a imprimir ritmo en unos pocos metros, pero finalmente se bajó de la bicicleta en el último paso por la falsa meta.
Fue en el comienzo de la última vuelta cuando se formó otra escapada en un parón del pelotón, de unos 15 corredores donde figuraba Andy Schleck, Vandevelde, Cadel Evans, Michael Rogers… y Samuel Sánchez. El español no tendría muchas opciones de haber llegado al sprint esos quince corredores, pero Andy Schleck estaba igual que él y lanzó ataques, uno de los cuales cuajó y dejó al propio Andy, Samuel Sánchez, Davide Rebellín, Michael Rogers y Kolobnev para pelearse por las medallas a unos 10 kilómetros de meta. Otro ataque dejó cortados a los dos últimos y todo parecía que las medallas se iban a repartir entre el español, el italiano Rebellín y el luxemburgués Andy Schleck.
Nada más lejos de la realidad, porque a falta de poco más de un kilómetro Fabian Cancellara, demostrando su gran poderío en el rodaje llano, alcanzó a los dos perseguidores (Cancellara ni siquiera estaba entre los quince escapados iniciales) y los tres se unieron a los tres de cabeza. No había tiempo para pensar mucho, pues la meta estaba a un kilómetro. El favorito era Rebellín. Se lanzó el sprint y Samuel Sánchez apretó en el momento justo, entrando a la derecha del italiano y del suizo Cancellara, único de su país en el pelotón. Samuel Sánchez levantó los brazos cuando se supo vencedor. El ciclismo español había conseguido la primera medalla en la disciplina y en los Juegos Olímpicos de Pekín. Samuel Sánchez se había hecho con la medalla del oro.
Emocionado, no pudo contener las lágrimas mientras sonaba el himno nacional. Lo digo porque hoy día no es muy común ver llorar a deportistas de élite. Grande Samuel.
Originally posted 2008-08-09 13:49:26.