El jugador brasilero reside en una casa en Castelldefels, en Barcelona, pero desde hacía cierto tiempo tenía la idea de comprar una segunda propiedad. Su hermano, y a la vez representante, Roberto de Assís, buscó una casa para el astro y llevó adelante las negociaciones
La mansión de Sitges, tasada en 10 millones de euros, parecía una excelente elección: vista a la playa, 1.500 metros cuadrados de parque, tres pisos, dos piscinas (una de ellas cubierta), seis habitaciones, cinco cuartos de baño, sauna y gimnasio.
Rápidamente, avisó a Ronaldinho y reservaron la casa realizando un depósito de 200.000 euros.
Pero dado que la situación del jugador en Barcelona comenzó a complicarse, e inclusive circularon rumores de su marcha del club, ambos tomaron la decisión de suspender la operación, perdiendo, claro está, el depósito.
A usted y a mí nos dolería algo perder 200.000 euros, pero parece ser que nuestra realidad es distinta a la de los señores que saben patear balones, como Ronaldinho, que recauda unos 23 millones de euros al año…
Vía: Yahoo