Es normal. Cuando se cae en trampas, y además se pone en peligro la seguridad de las personas, lo lógico es que tus apoyos se desmoronen y dejen de contar contigo. Ya le pasó a Liberty Seguros con Manolo Sáiz y ahora, de otro modo, lo hacen Mutua Madrileña e ING Direct con la escudería Renault de Fórmula 1.
Corría el año 2008 cuando en el GP de Singapur y Fernando Alonso salía en posición décimoquinta. Entonces, Fernando Alonso entró el primero a boxes y Nelson Piquet, por aquel entonces compañero de Alonso, se estrelló en la primera carrera nocturna de la historia.
Un año más tarde, Piquet denunció que le habían ordenado estrellarse para favorecer al asturiano, que siempre defendió no saber nada del asunto y de la presunta conspiración. Tras una investigación de la FIA, Flavio Briatore fue inhabilitado para seguir en el circo de la Fórmual 1 y Max Mosley, abogado defensor, acusador y juez, prácticamente, en todo este embrollo, sigue señalando a Symonds y Nelson Piquet Jr. Lo gracioso es que entre esos dos se echan la culpa el uno al otro.
Nada de esto es lo más importante. Lo más importante es que la corrupción, el mayor cáncer del ser humano, llega hasta todas las esferas, y está claro que tenía que salir en un deporte que tanto dinero mueve como la Fórmula 1. Es muy triste que siempre tengamos que lidiar con este problema. Hoy es un accidente provocado, mañana serán contactos privilegiados, al día siguiente regalos condicionados, y así se forja la historia de la humanidad, en lugar de premiar los logros y el esfuerzo. Es la historia de siempre, para qué nos vamos a engañar.
Imagen | MARCA
Originally posted 2009-09-25 10:51:39.