Riquelme, no, por favor, cualquier cosa menos eso. Un tipo que necesita que el equipo juegue por y para él, que todo el mundo le diga constantemente lo bueno que es, lo bien que juega y lo maravillosamente que huele su mierda no es, desde luego, lo que necesita el Atlético de Madrid.
Un tipo raro, no digo diferente, digo raro. Y no me refiero a la rareza que pueden tener los genios. Me refiero a la rareza de los que no tienen nada en la cabeza, egocéntricos y divos.
Porque este supuesto crack sólo ha jugado en su Boca del alma (un equipo que en la Liga Española pasaría muchos apuros para mantener la categoría, con todos los respetos) y, cuando alguien me diga que llevó al Villarreal a la semifinal de la Liga de Campeones, también tendrá que recordar que fue el mismo Riquelme el que falló el penalti que los pudo haber metido en la final.
Sólo cuando el niño está a gusto, el niño juega al fútbol.
Pues lo siento mucho, pero estoy más que harto de que al Atleti lleguen jugadores de medio pelo con la vitola de fenómenos del fútbol.
Riquelme es un jugador que ralentiza hasta la exasperación el juego del equipo, que necesita que todos los balones pasen por él, como los niños consentidos y malcriados, características que van en contra de la apuesta que ha hecho el Atleti este año, con velocidad por las bandas y verticalidad en el juego.
Y, justo cuando este año parecía que, por fin, la historia podía ser diferente, van a firmar a Riquelme, una bomba de relojería. Y, encima, lo firman por dos años con opción a un tercero. En Diciembre ya le estarán buscando equipo. Y si no, al tiempo.
Originally posted 2007-08-30 12:40:14.