Ya se han acabado casi todas las eliminatorias de dieciseisavos de final de la Copa del Rey, con no muchas sorpresas, pero digno de comentar también. El Real Madrid y el Villarreal han sido los grandes fracasados de las eliminatorias.
El Real Madrid volvió al Santiago Bernabéu con ganas de remendar el 3-2 con el que perdieron en Irún y empataron la eliminatoria, pero con menos goles en campo rival. El Real Uniún les mandó para casa… en su casa, en mitad de un estadio de más de 80.000 asientos, los vascos se sintieron héroes… y los madrileños fracasados.
Y es que, para perder así, mejor lo que hizo el Villarreal, que en la ida recibieron un 5-0 de parte del Poli Ejido y pensaron: “bah, ya, para qué”. Eso y que el Poli Ejido se plantó bien en el campo. El Villarreal ni siquiera pudo ganar el partido ante su afición (1-1) y el Poli Ejido se metió en los octavos de final.
El F.C. Barcelona lleva toda la semana recibiendo elogios. Y como siempre que los recibe, no juega bien. Es una máxima del conjunto catalán. Ganaron, sí, 1-0 al Benidorm, que junto al 0-1 de la ida hace un total de 2-0 (gol de Messi), pero no convenció. ¿Qué quieren? ¿Que metan seis goles cada partido?
El que tampoco convenció, y este menos todavía, fue el Atlético de Madrid, ya que los aficionados esperaban un espectáculo después de que saliera a la luz el dato de que el Atlético de Madrid tiene su peor comienzo de Liga desde que bajara a segunda división (qué lejos queda la primera jornada, cuando se colocaron líderes…). Llegaron al Calderón con un 0-1 de ventaja y así se fueron a dormir, con un estadio criticón hacía el entrenador rojiblanco. ¿Envidia de la afición del Real Madrid? Puede ser.
Y del resto de eliminatorias, nada que comentar. Pasaron los favoritos. Hoy podría quedar eliminado el Sevilla, que perdió ante la Ponferradina 1-0 allá en León, y el Getafe, bisubcampeón (qué de prefijos) de la Copa del Rey, que juega contra Osasuna.