Quien habla es esclavo de sus palabras. Con razón la policía, cuando detiene a alguien, le dice que se calle, porque cualquier cosa que diga podrá ser utilizada en su contra. Se nota que a Boluda, presidente del Real Madrid, nunca le han detenido porque el "los vamos a chorrear" no ha podido tener peor repercusión.
Ya lo decíamos: lo fácil hubiera sido ganar en el Santiago Bernabéu, no en Anfield Road, pero los merengues se dieron aires de grandeza que en la Champions League (cinco años consecutivos eliminándose en octavos) han perdido. Y esto es así porque el Real Madrid ya no juega con la soltura y la alegría de antaño. Si en el Camp Nou en la ida aguantaron 80 minutos, ayer en Anfield Road no aguantaron ni 20 minutos, cuando en antimadridista confeso Fernando Torres perforó la meta de su compañero y amigo de selección Iker Casillas, del cual se empeñan en nombrarle galáctico mientras él asegura por activa y por pasiva que es de Móstoles.
El problema del Real Madrid es que es un conjunto desdibujado, y cuando la garra, que no pongo en duda que la tenga, falla, o simplemente no basta, no encuentran su sitio. No es un ataque desmesurado, simplemente es una crítica constructiva. Aún no ha podido sobreponerse, en Champions League, a la falta de unos líderes estilo Zinedine Zidane y compañía. Y es que al resto de Europa se le está olvidando el dominio blanco de la época Florentino. El Real Madrid tiene buenos jugadores, pero la mayoría de ellos son ese tipo de grandes jugadores que sólo lo son cuando se rodean de jugadores más grandes todavía. Nadie duda que Wesley Sneijder sea bueno, pero no es capaz de liderar ni de tirar del carro. Si a eso le sumamos que el Real Madrid tendrá siempre vetados a jugadores como Guti, que, claro, es de Torrejón y como le vamos a sacar de inicio, pues el equipo no carbura. Guti puede tener partidos buenos o malos, pero si le sale bien la cosa es un mediocentro ejemplar. Ayer fue sacado al campo a falta de 15 minutos, con el marcador 3-0. Por cierto, el tercer tanto, un golazo de Gerrard.
Así que ahora toca sentarse, analizar los errores, no hablar en vano, cosa que cuesta mucho al integrante del mundo futbolístico de hoy día, y luchar por la Liga. Y digo bien, luchar, porque por calidad y estilo de juego el FC Barcelona es imparable, pero el Real Madrid tiene que volver a encontrar la garra que le valió para encadenar 9 victorias consecutivas en Liga. Y a ver si el año que viene el Real Madrid pasa de octavos.
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