En el mundo del fútbol, a veces la crueldad lleva a catalogar a diversos jugadores como “malos”, por no ofrecer lo más básico para el buen desempeño en el campo de juego, sea a nivel técnico, como en lo que respecta a temperamento y lo táctico, como no cometer errores simples que puedan perjudicar a todo el equipo en sí.
El doble de responsabilidad es llevado para el portero, cuya buena intervención puede equivaler a dejar el arco en cero, y una mala maniobra llevaría a la derrota del equipo (desde una eliminación en un torneo, hasta perder un campeonato o la categoría) algo que muy pocos pueden perdonar.
Pues bien, dicha esta introducción, podemos presentar a Khalid Askri, quien ha sido catalogado como el peor portero del mundo, pero esto no es por una cuestión de desempeño, sino más bien de temperamento, recordando el “error” por el que ha sido famoso:
Tal como podemos ver, detuvo el lanzamiento del tiro penalti, el problema reside que por fanfarronear bastante y festejarlo desmedidamente ¡Olvidó que el balón seguía en movimiento! y al ingresar al arco, fue convalidado como un gol.
En esta segunda ocasión, intentó un regate en la puerta del área (no restamos responsabilidad al defensa que entregó el balón en dicha situación de peligro) lo cual resultó en vano y derivó no solo en un gol del rival, sino en su retiro del campo de juego.
Si podemos brindar un consejo al bueno de Khalid Askri, es simplemente no ser tan fanfarrón, y apostar a lo seguro.