El partido que el Barcelona perdió el domingo frente al Real Madrid por 1 a 0 en su casa desató la crisis de los catalanes, que ahora quedaron a 7 puntos del líder.
Sin Messi, sin Giovanni -relegado en el banco- pero con un Ronaldinho al que le devolvieron la confianza, el Barca fue un equipo tímido y los merengues se llevaron un triunfo justo.
Y después vino la debacle: abucheos para el equipo y en especial para Frank Rijkaard, insultos a Ronadinho en el aeropuerto, quien es el blanco de todas las críticas, injustamente claro, porque hoy en el equipo salvo Messi, Deco y algún otro no se salva nadie.
Por eso la prensa española dice que Barcelona (ver hoteles en Barcelona) termina un año «horrible»: no ganó nada y observó como su archirrival conquistaba la Liga y luego, el domingo, le ganaba en el Camp Nou.
Y ya algunos se apresuraron a indicar que el año nuevo vendrá con novedades: Rijkaard se irá mitad de año, si es que no lo echan antes, y el futuro de Ronaldinho está cada vez más lejos de la costa mediterránea. La crisis se desató en el Barcelona y no la para nadie…